Por eso se expropió el petróleo en México
Por Antonio Moreno
Al proceso jurídico-económico de transferir cualquier actividad empresarial del sector público al privado se llama por definición privatizar; en México el encopetado ejecutivo federal está por presentar al congreso de la unión la pactada iniciativa que pretende modificar la constitución mexicana y así permitir la inversión privada en diversas áreas de PEMEX, y si tomamos en cuenta la definición arriba mencionada, no hace falta ser muy avezados en política económica para comprender que lo que se está persiguiendo es la privatización de la industria petrolera a favor de grandes trasnacionales como Exxon-Móvil, Chevron-Texaco, Halliburton, etc.
La sumisa clase política mexicana engaña al pueblo disfrazando los conceptos, no le llaman privatización a sus intenciones con PEMEX, le llaman “modernización”, “desincorporación”, etc., con el objetivo de que la ciudadanía no relacione lo que hoy pasa en PEMEX con lo que ocurrió, por ejemplo, con la desastrosa privatización de los bancos, las carreteras, las telecomunicaciones, etc., lo cual trajo como consecuencia fraudes multimillonarios que hasta la fecha estamos pagando todos los mexicanos con nuestros impuestos; como este ejemplo podemos poner muchos más, ya que desde principios de la década de los 80’ hasta la fecha se han privatizado más de mil empresas.
Ahora, es muy conveniente recordar cuáles fueron las razones de Lázaro Cárdenas para decretar la expropiación petrolera: primero la cuestión laboral, las empresas petroleras impedían, por ejemplo, la conformación de sindicatos que protegieran los intereses de los trabajadores (1935), aun así, los trabajadores petroleros consiguieron conformar el Sindicato Único de Trabajadores Petroleros en diciembre del mismo año, sin embargo, estalló la huelga (mayo 1937) cuando las compañías petroleras se negaron a conceder un contrato general para todos los trabajadores de todas las compañías, meses después la Junta de Conciliación y Arbitraje falló a favor de los trabajadores exigiendo el pago de salarios caídos y mejoras en salarios y condiciones de trabajo, las compañías se inconformaron intentando ampararse pero como no lo consiguieron amenazaron con llevarse sus capitales y tecnología del país, lo cual demuestra el poder chantajista de las compañías petroleras, pero Lázaro Cárdenas no aceptó el chantaje y dio por terminadas las negociaciones, días más tarde decretó la expropiación petrolera.
Hoy las compañías petroleras son mucho más poderosas que en aquel tiempo y el gobierno de México es mucho más débil, de tal manera que el riesgo de imposiciones, chantajes, manipulaciones, injerencias indebidas, amenazas, etc., por parte de las empresas petroleras es mayor que en aquel entonces.
Es por todo lo anterior que los mexicanos debemos tomar conciencia de las consecuencias que traería una reforma de esta naturaleza y manifestarnos abiertamente en contra de ella ya que de los partidos políticos que integran el congreso de la unión como bien sabemos no podemos esperar nada.
Publicado en Machetearte
Julio del 2013
Edición Impresa 1573
Imagen: El Fisgón
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